Una pareja de personas muy luchadoras, como mucha gente de los años 60, que no tenían nada económico pero si muchas ganas de emprender y prosperar montaron una pequeña pastelería en el barrio de El Pilar, donde se dedicaban a hacer sandwiches para todos los universitarios de Madrid. 

Mientras la mujer se dedicaba a hacerlos con algunas de algunas empleadas, el hombre se dedicaba a repartirlos. Pronto vieron ese especio se quedo pequeño y compraron un local de salones con la idea de hacer una fábrica de sandwiches.

Por aquel entonces Alcobendas era una ciudad mucho más pequeña de lo que es ahora y fue el alcalde de entonces, quien aconsejo a esta pareja que en vez de una fabrica de sandwiches, montarán un salón para dar bodas y tener un salón de eventos en Alcobendas… y así lo hicieron.

Con el mismo amor y respeto que hacían los sandwiches, empezaron con el salón de bodas, con mucho amor por su trabajo y mucho respeto por sus clientes.

Esa pareja, fueron mis padres y yo soy Mily, una pequeña que por entonces tenía 15 años. Mi padre me enseño todo lo que ahora somos, respeto, cercanía, educación, servicio y calidad por lo que hacemos.

Actualmente, tenemos una nueva generación (la tercera) que quiere seguir con el negocio y con los mismos valores, y gracias a eso y la gran suerte de casarme con un hombre que me ha apoyado en todas mis decisiones, los Salones Mily siguen siendo una referencia. 

Esta nueva generación llega fuerte, con nuevas ideas, nuevas propuestas, con la consolidación del servicio de catering, pero sin perder nuestra esencia, las bodas y celebraciones.

Estamos seguros que esa pareja que empezó esta aventura, mis padres, estarían tan orgullos de nosotros como lo estamos nosotros.

Gracias por dejar estar junta a vosotros durante estos más de 50 años que hemos cumplido.

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